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La señora Fujimori y el profesor Castillo

En un país que ha normalizado la muerte por la pandemia, la miseria de la marginalidad y la inmoralidad de la corrupción, no es de sorprender que la elección se decida entre la señora Fujimori y el profesor Castillo.

Publicado: 2021-04-12

En otras circunstancias, el Perú estaría celebrando que el presidente a juramentar en el Bicentenario de la Independencia sea o una mujer o un profesor de primaria. Sin embargo, la segunda vuelta bicentenaria no admite celebraciones. Augura, por el contrario, una intensa polarización entre candidatos y entre electores, una muy baja legitimidad con un muy alto rechazo, y un crudo dilema para un buen grupo de electores.

La polarización no solo se reflejará en el apoyo a un candidato, sino en el desprecio al otro. Su trasfondo tendrá matices más complejos, al poner en relieve visiones, convicciones y sentimientos de un país muy heterogéneo. Habrá izquierda versus derecha como arriba versus abajo, Lima versus regiones como urbano versus rural, viejos versus jóvenes como progresistas versus conservadores. La polarización arremeterá con prejuicios y con insultos que nos distraerán aún más de la emergencia humanitaria que la Covid nos ha dejado.

Ya varios opinólogos han subrayado que la segunda vuelta enfrentará a dos candidatos que recibieron, cada uno, menos de dos millones de votos. Del total de votos, juntos superan, con las justas, el 20 por ciento de electores. Peor aún, son los candidatos con más antivoto. Como consecuencia, quien gane la presidencia tendrá una legitimidad calamitosa, con poco respaldo y demasiados enemigos. Digna de hacer valer la hoy costumbre congresal de la vacancia.

El dilema es inevitable para los electores más moderados y menos ideologizados que deberán optar, otra vez, y defender, eventualmente, a aquel con quien nunca hubiesen conciliado. Si nos habíamos acostumbrado a elegir el mal menor, hoy se ha llegado a un extremo . El dilema también pondrá a prueba al movimiento antifujimorista, que fue esencial evitando que Keiko Fujimori llegue al poder en el pasado. Así, buena parte de esta elección se decidirá entre aquellos antifujimoristas que ven en Castillo un infierno más profundo que el de Keiko.

Finalmente, ¿los movimientos feministas celebrarán si la señora Fujimori gana estas elecciones?, ¿los abanderados de la educación celebrarán si quien gana es el profesor Castillo? Las respuestas a estas preguntas revelan, otra vez, el nivel de contradicciones con el que convivimos. En un país que ha normalizado la muerte por la pandemia, la miseria de la marginalidad y la inmoralidad de la corrupción, no es de sorprender que la elección se decida entre la señora Fujimori y el profesor Castillo. Más que una elección excepcional, es la elección que nos toca.


Escrito por

Elohim Monard

Peruano y amazónico. Profesional en temas de paz, seguridad y conflictos. Rotary Peace Fellow y embajador del Índice de Paz Global.


Publicado en

Tormenta Tropical

El título de este blog evoca un proyecto de mi padre, allá en la Amazonía donde nací. Aquí ordeno mis ideas públicamente.