Acabada mi tarea de evaluador como miembro del Comité Técnico del Desafío Kunan, envié un mensaje a Carla Grados, su directora general, para informarle que no podría asistir a la reunión del día siguiente, en donde se definirían los diez finalistas. En la sigiuente línea de mi mensaje, agregué: “si estuviese ahí, defendería con uñas y dientes que PIXED pase a la segunda ronda.” El proyecto de PIXED me había conmovido, además combinaba innovación y sencillez en un modelo de negocio con potencial. Para mi alegría, PIXED estuvo en la final y el jurado lo dio como ganador. No obstante mi entusiasmo por PIXED, sería limitado decir que fue el único ganador. Todos los emprendimientos sociales que concursaron agregan valor a la sociedad, pero los finalistas agrupan temas comunes que se llevaron las palmas de la noche.

Así, otro ganador del Desafío Kunan fueron las ciudades. Más preciso aún, la necesidad de atender una urbanización que se nos presenta acelerada, desordenada y desigual. Entre los finalistas que atienden la ciudad están Ocupa tu calle y AIRE, que recibieron sendos reconocimientos, ademas de Kawsay. La recuperación de los espacios públicos para todos, la calidad del aire que respiramos en las calles, el acceso a información precisa y georreferenciada sobre cada rincón urbano, son, respectivamente, sus banderas. Me parece un síntoma de que las nuevas generaciones se están tomando en serio la gestión de la ciudad. En este sentido, la ciudad llegó para quedarse también entre los emprendimientos sociales.

Un tercer ganador de la noche, igual de importante, es el acceso a mercados a través de lo que llamaré "brokers inclusivos". Entre los emprendimientos que calzan aquí tenemos a SFT–Sustainable Fishery Trade, Pausa, Misha Rastrera, Estrafalario, y K'allampas. Con matices, todos ellos conectan pequeños productores, desde pescadores artesanales a internas en penales, con compradores que pagan precios justos y, además, valoran la sostenibilidad, en el significado más amplio de la palabra, donde confluye lo social y ambiental. Estos brokers inclusivos también invierten en educar a productores y compradores para que los primeros tengan cada vez mejores productos y para que los segundos comprendan las bondades de estos, para ellos y para el país. 

(Mención aparte merece el Banco del Estudiante que, con una fórmula innovadora, hace de los residuo sólidos una moneda para realizar operaciones financieras para niños, niñas y adolescentes.)

Finalmente, quiero subrayar que PIXED fue el gran ganador por varios motivos. Atiende un problema dramático de una población invisible: personas sin extremidades, especialmente niños y niñas. No solo hace prótesis personalizadas (inspiradas incluso en tu superhéroe favorito), a un precio de un tercio o un quinto del mercado (con opción a financiamiento), a través de impresión 3D, sino que brinda acompañamiento psicológico porque, parafraseando, la discapacidad no está en los brazos o en las piernas, sino la mente. El pitch de su director, Ricardo Rodriguez, fue de manual, con historias y datos, rostro humano e información clave. Un emprendimiento social diferente al resto; un modelo de negocio que movió a todos el corazón
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