#ElPerúQueQueremos

http://yodana.deviantart.com/art/The-Terrible-Llama-Dragon-95886032

Amenazas y Paradojas del Crecimiento

Publicado: 2015-04-20

Sendos economistaspolitólogos y políticos discuten si la culpa de la reducción del crecimiento de la economía peruana la tienen los factores internacionales o domésticos. Como bien dice Humberto Campodónico en su columna de hoy: "Tenemos que sacudirnos de la discusión acerca de si la culpa es más externa que interna, o viceversa." Hay amenazas externas y paradojas internas que merecen un debate más profundo. A pesar que el crecimiento económico es requisito para el desarrollo, hay cosas que no puede solucionar por sí mismo. ¿No será que mientras más obsesionados estamos los peruanos con crecer a porcentajes altos, más se agrietan las bases para volvernos una economía próspera?

El Frente Externo y sus Amenazas

La situación internacional nos jala hacia abajo y somos impotentes ante ello. No sólo somos susceptibles a las vicisitudes de la economía internacional, particularmente los precios internacionales de los metales (como ya se ha dicho incansablemente), sino que somos casi un espejo de la economía china. Así, dado que el PBI de China está en picada, el nuestro también. De hecho, nuestro país demora unos cuántos meses en responder a las fluctuaciones del país asiático. Por eso, nuestro crecimiento podría seguir cayendo en los próximos meses.

Si esto es cierto, el riesgo es aún mayor en el futuro. Algunos economistas creen que China esté viviendo una "regresión a la media", un fenómeno característico de países que crecen rápidamente por muchos años y luego caen súbitamente a la media global (¡de 2%!). Ya le pasó a Japón, Brasil y Rusia. Hasta ahora, China ha sido una excepción. La pregunta para estos economistas, entre ellos el director de la escuela de gobierno de Harvard, es: ¿hasta cuándo? Es la misma pregunta que nos debimos hacer en el Perú hace tiempo.

El Frente Interno y sus Paradojas

Ahora bien, la cuestión que se cae de madura es por qué el Perú sigue siendo tan frágil a los mercados internacionales y a la economía china, en particular. Dado que los asuntos de fondo no son solamente económicos, será muy difícil remediarlo a corto plazo. Y este es el punto que quiero resaltar.

Una primera paradoja es que para satisfacer nuestra obsesión por el crecimiento económico, queremos (y necesitamos) exportar más recursos naturales. A pesar de tanto tratado de libre comercio, más del 70% de nuestras exportaciones siguen siendo piedras, llámense minerales y metales. Como recuerda Jurgen Schuldt, citando al ministro de Producción, nuestras instituciones siguen estando en clave de recursos naturales. Por eso, sus prioridades y, con ello, el futuro de la economía, giran alrededor de proyectos mineros, sean Conga, Bambas ó Tía María. Es bonito decir que queremos diversificar y hacemos un Plan a la altura de nuestras ilusiones, pero es difícil mejorar y ampliar la gama de las manufacturas si las élites siguen pensando en la minería de forma consecuente a como lo hacían los españoles siglos atrás. Basta ver con lentes deliberadamente anacrónicos nuestros conflictos sociales (y leer bien a Robinson y Acemoglu, de paso). 

La segunda paradoja tiene un supuesto equívoco. En teoría, el crecimiento económico es un medio para el desarrollo. Pero, si lo llevamos a la práctica, en el discurso oficial se mece entre ser el único medio y el último fin. Todo lo demás es secundario. Por ejemplo, la educación se dejó históricamente de lado y, cuando al fin tiene algún horizonte, está en función al crecimiento y la productividad. En palabras del Ministro de Educación: "se invierte en educación para sostener el crecimiento".

En este mismo sentido, algo que no se tiene la intención de solucionar son las instituciones judiciales y el cumplimiento de la ley. Sin ambas condiciones, por ejemplo, no hay forma de reducir la informalidad (y por eso, el discurso de la disminución de trámites y regulaciones se vuelve superficial). No es un problema sólo del gobierno, como nos quieren hacer creer. La Sociedad Nacional de Industria puede organizar foros sobre institucionalidad donde le dicen que el crecimiento no es sostenible, pero al mismo tiempo la mayoría de empresarios del CADE reconoce que trató de "aceitar" a un funcionariola CONFIEP rechaza las normas anticorrupción de la OCDE y su vice-presidente es condenado por evasión tributaria

El "frente interno" tiene riesgos mayores que la desaceleración económica. No queremos verlo porque estamos obsesionados con los puntos del PBI. A su vez, no verlos nos condena a un crecimiento con columnas truchas, sin sustancia, fáciles de derrumbar. Por ejemplo, el crimen organizado está secuestrando toda la sociedad: la economía (¿por dónde sale el oro ilegal?), la política (pensemos en Ancash), y las calles (incencian autos en las avenidas de Lima). Algunas ciudades del Perú se están volviendo ingobernables debido a la corrupción y el crimen. 

Todas estas contradicciones y paradojas hacen pensar a algunos que estaríamos quedando atrapados en la trampa del ingreso medio (si es que no estamos ya en ella). Pero puede ser peor: podríamos volvernos un país frágil de ingreso medio. Un lugar donde el PBI se mantiene en positivo, pero los gobiernos son incapaces de proteger al ciudadano. Quizás lleguemos a cumpir con las cifras, pero viviendo entre las balas el lejano oeste.


Escrito por

Elohim Monard

Peruano y amazónico. Profesional en temas de paz, seguridad y conflictos. Rotary Peace Fellow y embajador del Índice de Paz Global.


Publicado en

Tormenta Tropical

El título de este blog evoca un proyecto de mi padre, allá en la Amazonía donde nací. Aquí ordeno mis ideas públicamente.